En Stalin el grande, Anselmo Santos describe en un solo párrafo la progresiva decadencia de la Unión Soviética:
Entre la Revolución de Octubre (1917) y la extinción de la Unión Soviética (1991), se sucedieron al frente del país dos genios (Lenin y Stalin), un patán impulsivo y temerario (Jruschov), un ignorante pancista y vanidoso (Brézhnev), dos moribundos (Andrópov y Chernenko) y un insensato (Gorbachev).Es frecuente que un dirigente fuerte procure rodearse de mediocres que no puedan constituir una amenaza. De esta manera se realza su figura, a costa de poner en riesgo el futuro de la institución que dirigen.
Al juzgar a estos dirigentes, hemos de tener cuidado de no confundir la inteligencia con la falta de escrúpulos.
Referencias:
Anselmo Santos. Stalin el grande. Edhasa Ensayo histórico, 2012. 700 páginas. ISBN 978-84-350-2578-2
“Los hombres son tan simples y se someten hasta tal punto a las necesidades presentes, que quien engaña encontrará siempre quien se deje engañar” (Maquiavelo).
ResponderEliminarO dicho de otro modo, para que una persona sin escrúpulos siga en su puesto, hace falta que los demás se lo permitamos.
Lenin y Stalin eran dos genios; el segundo, además, carecía por completo de escrúpulos.
ResponderEliminarMe cago en el mil veces traidor Gorbachov.