François Duvalier, Papa Doc
En una presentación de Tirano Banderas, de Valle Inclán, Eduardo Mendoza apunta que esta novela fue una de las iniciadoras de todo un subgénero literario genuinamente latinoamericano: la novela del dictador. En La Vanguardia de hoy, la reedición de Amor, ira y locura, la trilogía de la haitiana Marie Veux-Chauvet sobre Papa Doc, permite a Domingo Marchena realizar un inventario de las novelas de este género:
- 1845: Facundo, de Domingo Faustino Sarmiento
- 1926: Tirano Banderas, de Ramón María del Valle Inclán
- 1946: El señor presidente, de Miguel Ángel Asturias
- 1958: Muertes de perro, de Francisco Ayala
- 1974: El recurso del método, de Alejo Carpentier
- 1974: Yo el supremo, de Augusto Roa Bastos
- 1975: El otoño del patriarca, de Gabriel García Márquez
- 1976: Oficio de difuntos, de Arturo Uslar Pietri
- 2000: La fiesta del chivo, de Mario Vargas Llosa
Como ven, la lista es larga, como larga fue la nómina de servidores del Departamento de Estado que actuaron como jefes de Estado en Latinoamérica en el siglo XX, lucrándose y vigilando el patio trasero. Curiosamente la nómina de dictadores africanos dio lugar a una obra literaria menos extensa. Tenemos El Emperador, de Kapuscinski, sobre el emperador Haile Selassie y Pallassos i monstres, de Sànchez Piñol, un poco sobre todos ellos. Idi Amin, el emperador Jean-Bedel Bokassa o Francisco Macías Nguema merecerían una novela, si no fuera porque sus actos fueron demasiado crueles como para resultar creíbles.
Referencias
Marchena, Domingo. Haití, una gran tragedia americana. La Vanguardia, 28/V/2012.
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