lunes, 5 de junio de 2017

Hanlon y Goodhart

Con mucha frecuencia encuentro que puedo explicar muchas situaciones recordando dos principios, que pongo ahora juntos para no tener que buscarlos más:


Nunca atribuyas a la maldad lo que puede ser explicado por la estupidez. Un llamamiento a la prudencia sobre el excesivo optimismo acerca de la condición humana.


Cuando un indicador socioeconómico u otra medida sustituta se convierte en el objetivo de políticas socioeconómicas, pierde el contenido informativo que podía cualificarla para jugar ese papel. De especial relevancia en el mundo académico.

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